Miremos el mundo, miremos alrededor, las cosas de las que estamos rodeados. Encontraremos tecnología a donde quiera que vayamos. El ser humano es el único animal de mejorar sus hábitos, crear nuevas cosas, imaginar lo inimaginable. ¿quien iba a pensar hace 30 años que dos personas de distintos continentes se pueden ver a tiempo real?
Normalmente, empleamos la técnica para vivir mejor, para garantizar nuestro bienestar. Sin embargo, esto no es siempre así. muchas veces esta imaginación es empleada de un modo "avariciosa" mirando cada uno para si mismo. El conflicto es, todo lo que imagino que se puede hacer, ¿se debe hacer? ¿Qué ocurriría si cada cual, a su imagen y semejanza decidiera crear todo lo que imagina sin un mínimo de razón? ¿Qué hay de todas esas personas que crean sofisticadas armas y compuestos químicos cuyo único fin es matar? ¿Nos proporciona eso mayor bienestar, una vida buena, plena y satisfactoria? Obviamente no, y es aquí donde entra en juego la filosofía, que se encarga de valorar los riesgos de estos mundos artificiales y la polémica de si deben llevarse a cabo o no.
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